Las
bases de datos son un elemento fundamental en el entorno informático hoy en día
y tienen aplicación en la práctica totalidad de campos. Concebidas con un
propósito general, son de utilidad para toda disciplina o área de aplicación en
la que exista una necesidad de gestionar datos, tanto más cuanto más
voluminosos sean estos. En nuestro ámbito particular de los SIG, los datos son
cada día más voluminosos, debido no solo a una mayor cantidad de información,
sino también a una mayor precisión en esta, la cual implica un mayor volumen de
datos. Además, presentan otra serie de características (uso múltiple, necesidad
de acceso eficiente para análisis, necesidad de indexación, etc.), haciendo
todas ellas que sea recomendable el uso de bases de datos y tecnologías
específicas para su manejo.
Pese
a que, como veremos en este mismo capítulo, el uso de las bases de datos en el
ámbito SIG (Sistema Informático Geográfico)
no ha sido siempre el actual, hoy en día representan una parte clave
para la gestión de los datos geográficos, en especial dentro del marco de
proyectos de cierta envergadura. Aunque la realidad es que todavía se efectúa
mucho trabajo SIG sin emplear bases de datos (y las aplicaciones SIG así lo
permiten, no siendo estrictamente necesario disponer de una base de datos para
almacenar la información), la naturaleza propia de los proyectos SIG y la
progresiva implantación de los SIG a niveles más allá del uso personal traen
ambas consigo un uso cada vez mayor de las bases de datos, y por tanto una
mayor necesidad de conocer el funcionamiento de estas.
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